En el aire están presentes distintas formas de energía o materia que dependiendo de su cantidad implican un riesgo, daño o molestia grave para las personas y bienes de cualquier naturaleza, así como que puedan atacar a distintos materiales, reducir la visibilidad o producir olores desagradables.
Con la llegada de la Revolución Industrial se incrementaron las concentraciones de COx en la atmósferas además de otros gases, como óxidos de azufre (SOx) y los óxidos de nitrógeno (NOx) y sus efectos sobre la salud también lo han hecho.
Pueden clasificarse en dos tipos de contaminantes:
- Los contaminantes primarios son aquellos que se emiten directamente a la atmósfera.
- Los contaminantes secundarios que se forman a partir de reacciones químicas que se producen en la atmósfera.
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¿Qué efectos tienen estos contaminantes sobre la salud?
Hay diversos efectos de la contaminación atmosférica como:
- Asfixiantes: como el dióxido de carbono (asfixiante simple) o el monóxido de carbono (asfixiante químico), este forma carboxihemoglobina que impide que el oxigeno sea transportado en la sangre, etc.
- Irritantes pulmonares: como el ozono (O3), dióxido de nitrógeno (NO2), etc.
- Anestésicos/narcóticos: como los acoholes (etanol) o las cetonas.
- Tóxicos pulmonares: como el asbesto o la materia particulada inerte y alérgica (grafito, polen, etc.)
- Tóxicos hepáticos: como el cloroformo o las nitrosaminas.
- Tóxicos renales: el cadmio, el plomo o el manganeso.
- Tóxicos del sistema nervioso central: como el alcohol metílico (provoca ceguera), mercurio, entre otros.